El humo se incrementaba al mismo tiempo que el olor a quemado iba cargándose de una hedor a goma quemada. La gran cantidad de comunidad inmigrante, lo conflictivo de la Plaza de Vázquez de Mella -adosada a este enclave- y el centro social de toxicómanos de enfrente, no dibujaban un panorama demasiado esperanzador.
Tras una inspección física de los bomberos, que llegaron a hacer uso de la escala, todo quedó en un susto. Tal y como precisaban uno de los policías municipales al respondable de Medio Ambiente, "ha debido de ser una caldera o algo así". Mientras, los vecinos se agolpaban en los balcones, aún despeinados y con ojeras por el madrugón imprevisto. La mayoría de ellos aún sin darse cuenta de lo que realmente estaba sucediendo. Abajo, se agolpaban los últimos juerguistas que salían del after que se encuentra en San Marcos.
A las 8:00 todo se calmó y los camiones de bomberos iniciaron su retirada. Todo quedó, afortunadamente, en un susto... en un "ha debido de ser una caldera o algo así", que decía el policía dando por zanjado el accidente, entre risas...
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