martes, 16 de diciembre de 2008

Adiós a la contratación en origen

En medio del cataclismo económico-financiero del caso Madoff, que ha salpicado de lleno a alguna de las entidades españolas, surgen otros datos muy del interés de la comunidad inmigrante. Tan sólo un apunte del 'timo de la estampita' para ricos: ayer se supo que BBVA perdía en esta operación 300 millones de euros. Impresionante, ¿verdad? Eso mismo pensaba yo hasta que me he dado cuenta de que esa cifra no llega siquiera al 5% del beneficio de este banco en 2007... eso sí que es impresionante...
Volviendo a nuestros temas, el Gobierno español ha reducido en un 94% la contratación en origen. Malas noticias aunque, sin duda, necesarias, puesto que más de 3 millones de parados obligan a tomar estas medidas. Que nadie tache a nadie de xenófobo ni de extremista, sencillamente, es la hora de hacerlo. Del mismo que desde aquí defiendo las medidas tomadas para apoyar el regreso de los inmigrantes que tomen la decisión de volver a sus países y lo hagan con el subsidio de paro, de una vez, de bajo del brazo. Son medidas críticas para un período de crisis.
Con la reducción de las contrataciones en origen el contingente de trabajadores estables cae de 15.709 a 901 en un sólo año. Lo que hace falta es que todos los agentes sociales se conciencien de la situación, desde las fuerzas políticas, a sindicatos, a colectivosa y, por supuesto, a la propia población activa, sea española o inmigrante. En ese sentido, resulta absurdo que Madrid pretendiera contratar a 100 camareros y 50 cocineros del extranjero cuando estos puestos debn de estar sobradamente cubiertos entre los 3 millones de parados. ¿O es que aún existe la picaresca del empresario que apenas si paga por esos puestos más de lo se cobra de máximo de paro? Podría ser, y que por ello los cocineros en paro prefieran seguir con su subsidio a ser explotados... el Estado debería intervenir de algún modo... no resulta sencillo, pero además de los espabilados en el paro, que siempre los habrá, la mayor parte de ellos son gente honrada que sólo quiere un trabajo digno y, además, que compense renunciar a los 1.100 euros brutos que otorga el máximo de paro (que se queda en cerca de 800 euros netos mes).
Madrid no era el único caso, Cataluña pedía casi 1.500 trabajadores, muchos de ellos del sector Metal, Extremadura otros tantos para Servicios, etc.
en fin...

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